La canción "Don't Stop Believin'", de la banda Journey, es sin duda una de las más emblemáticas de la música pop rock de los años 80. Desde su lanzamiento en 1981, ha conquistado a varias generaciones convirtiéndose en un himno que ha trascendido el tiempo y las fronteras.
La canción fue escrita por Steve Perry, Jonathan Cain y Neal Schon, miembros de la banda Journey, en 1980. Según la historia, la canción fue inspirada por un encuentro que tuvo Perry con un joven que dejaba su pequeño pueblo para buscar fortuna en la ciudad de Los Ángeles. Antes de partir, el joven le dijo a Perry "no dejes de creer" ("don't stop believin'") en sus sueños y en su capacidad para alcanzarlos.
La grabación de la canción se realizó en 1981, bajo la producción de Kevin Elson. La banda estaba pasando por un buen momento y sabía que tenían en sus manos un tema que podría darles aún más éxito. De hecho, la canción se convirtió en el primer sencillo del disco "Escape", que también incluía otros éxitos como "Open Arms" y "Who's Crying Now".
"Don't Stop Believin'" alcanzó el puesto número 9 en las listas de éxitos de Estados Unidos y el número 6 en las de Reino Unido. Sin embargo, su impacto fue mucho mayor que las posiciones en las listas de ventas. La canción se convirtió rápidamente en un éxito radiofónico y en una canción que sonaba en todas partes, desde los estadios hasta los bares y discotecas.
Desde su lanzamiento, "Don't Stop Believin'" ha sido utilizada en numerosas películas, series de televisión y comerciales. También ha sido versionada por distintos artistas y bandas, convirtiéndose en una especie de himno universal que va más allá de la música pop rock de los años 80. Es difícil escucharla y no sentir una emoción especial, una especie de esperanza en que todo es posible si uno sigue creyendo en sí mismo y en sus sueños.
Journey es una banda que ha influenciado a varias generaciones de músicos y ha dejado un legado que sigue siendo relevante. La voz de Steve Perry, la guitarra de Neal Schon y la composición de Jonathan Cain crearon una combinación mágica que conquistó al público y se convirtió en uno de los iconos de la música pop rock de los años 80. Además, se hicieron famosos por sus espectaculares shows en vivo y por ser una banda que nunca se rindió y siempre creyó en el poder de la música para conectar con las personas.
En resumen, "Don't Stop Believin'" de Journey es una canción que ha dejado una huella imborrable en la música pop rock y en la cultura popular en general. Su mensaje de esperanza y de creer en uno mismo sigue vigente y es una muestra de la capacidad que tiene la música para transmitir emociones y llegar a lo más profundo del corazón humano.